Las vacaciones son un momento en el que todo el mundo espera salir al aire libre para disfrutar del sol y tomar el aire fresco.
Los niños esperan especialmente jugar al aire libre en el jardín o bajo la sombra de los árboles; ésta es una gran oportunidad para que los padres eduquen a sus hijos sobre la importancia de la limpieza y los hábitos saludables.
La formación del sistema muscular en los niños se ve afectada por la cantidad de actividad física en la que participan durante esta época del año; los padres deben mantener un ojo vigilante sobre la forma de sus hijos mientras están al sol, con el fin de prevenir el desarrollo de la formación de enfermedades cardiopulmonares como el asma, la bronquitis u otras infecciones pulmonares.
Es importante que los padres se den cuenta de que la actividad física en la que participan los niños durante los meses de verano afecta su salud de varias maneras, el cuerpo de los niños está compuesto principalmente de tejido esquelético y músculos, por lo que es crucial que los padres se aseguren de que sus hijos realicen mucha actividad física durante los meses de vacaciones.
Los padres pueden desempeñar un papel vital para garantizar la salud de sus hijos dando un buen ejemplo participando en juegos al aire libre con ellos; es esencial que los padres se aseguren de que sus hijos se diviertan, estén físicamente activos y hagan todo lo posible para mantenerse felices, pasar tiempo al aire libre con su hijo le ayudará a desarrollar sus habilidades sociales y lo hará más feliz.
Pasar tiempo al aire libre con sus hijos es una gran manera de vincularse con ellos y fortalecer la formación del sistema muscular en los niños; las vacaciones son un momento muy emocionante para ellos, ya que esperan ansiosamente un campamento de verano o juegos de basquetbol, fútbol, rodaderos, columpios y todas las emocionantes actividades que los niños esperan durante todo el año.
Los padres deben asegurarse de proporcionar a sus hijos oportunidades para desarrollarse física, mental y emocionalmente a través del juego al aire libre. Al establecer un ejemplo positivo de salud física y mental, al ser físicamente activo y mantener un ojo vigilante en los niños, los ayudará a desarrollarse física, mental y emocionalmente al entrar en las vacaciones.
La vitamina D se ha llamado la vitamina del sol, debido a sus muchos beneficios, es un nutriente soluble en grasa que ayuda a mantener huesos y dientes saludables.
También ayuda a su cuerpo a absorber el fósforo, otro nutriente esencial, lo que ayuda a que sus músculos sean más fuertes y aumenta la fuerza ósea.
La vitamina D también ayuda a protegerlo contra la osteoporosis, una enfermedad relacionada con la edad en la que el hueso comienza a descomponerse y se vuelve frágil.
Las personas y niños que no reciben suficiente exposición al sol o están expuestas a la luz solar en cantidades muy bajas, están en riesgo de deficiencia de vitamina D.
Si no reciben suficiente exposición al sol, pueden estar en riesgo de descompensación de vitamina D. Eso es cuando el cuerpo usa reservas de ésta vitamina para formarla cuando no está disponible a través de la luz solar natural.
Entonces, básicamente, el cuerpo tiene que producirla por su cuenta, y eso puede tener graves consecuencias; una de estas consecuencias es el cáncer.
Los investigadores han encontrado que las personas que no reciben suficiente exposición al sol, sufren el doble de incidencias de ciertos tipos de cánceres; éstos incluyen el carcinoma de células de colon, pecho, ovario y células escamosas, por eso la necesidad de llevar los niños al parque a tomar el sol y formar en su cuerpo la vitamina D.
Pero recuerde que para los niños y adultos que pasan mucho tiempo al aire libre también están en riesgo de radiación dañina por efectos del sol, por ejemplo, aquellos niños que pasan mucho tiempo en el parque infantil, rodaderos, columpios o jugando al fútbol, donde hay radiación UV corren el riesgo de desarrollar cáncer de piel, por eso es muy importante saber la cantidad de luz solar que los niños deben recibir, se recomienda mínimo una hora al día y máximo 3 horas, para los adultos un poco mas
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