Los niños que hacen deportes en el parque o en un ambiente al aire libre, forman una excelente rutina de ponerse en forma y activos, muchos de los niños que conozco que juegan al aire libre son muy activos y se mantienen en forma debido al ejercicio físico diario que hacen. Cuando los niños ya son jóvenes, suelen jugar al futbol principalmente, como parte de su educación física en la colegio, pero pronto evolucionan y practican mucho más deportes.
Los niños mas grandes cuando están en ambientes abiertos o boscosos usualmente suben a los árboles y aumentan el nivel de energía en sus juegos, mientras que las chicas corren y saltan al cordel con sus amigas o primas.
Al jugar afuera, estos niños obtienen una dosis diaria de actividad física y construyen los músculos de sus cuerpos que los benefician más adelante en la vida cuando juegan a los deportes mas pesados como el fútbol y ponen más de éstas fuerzas musculares para competir más activamente.
Lo que es bueno sobre la práctica de fútbol y otros deportes colectivos, es que muchos niños pueden jugar juntos, lo que aumenta la actividad física de ellos y al mismo tiempo, enseña el trabajo en grupo y la capacidad de trabajar en equipo, los niños aprenden el valor de ayudarse mutuamente y aprenden que con su aporte pueden ganar el juego y ésto los motiva bastante.
También aprenden a cómo comunicarse y participar adecuadamente dentro de un entorno de equipo, que más tarde les puede servir en un ambiente de trabajo empresarial, ésta es una forma divertida para que los niños aprendan a practicar los deportes colectivos y los miembros del equipo involucrado participen activamente.
Hay niños que comienzan a jugar al aire libre cuando solo tienen cuatro años y siguen practicando deporte toda su vida; a todos, grandes y adultos, nos beneficia que estén afuera y aprendiendo constantemente algo nuevo todo el tiempo.